Mucho frío, mucha cerveza, poca cultura y, una visión sobre una ciudad.
Berlín es sin duda la ciudad mas alternativa que he conocido. Puedes ir por la calle con cualquier tipo de vestimenta que nadie te mirará raro. No cabe extrañar que el único bar que encontrásemos abierto entre semana fuese el Zapata, nada más y nada menos que la parte de abajo de una casa ocupa. Aun así estaba bastante bien, 3 euros las cervezas de medio litro y cierra bastante tarde. También hay conciertos, podéis consultarlos en su web.
Otra cosa que me sorprendió de Berlín fue lo barato que resulta comer en comparación con España. Por 15 - 20 euros cenas en un buen restaurante con un litro de cerveza por cabeza. No dejéis de probar el codillo y las salchichas. En la mayoría de los sitios donde estuvimos comiendo/cenando estuvieron bastante bien. También, si preferís comer algo rápido encontraréis un montón de sitios de comida rápida, incluso en las estaciones de metro. En Alexander platz hay hasta un Mc Donalds en el metro.
Los fines de semana es como si se volviesen locos. Todos los negocios de comida están abiertos hasta altas horas de la madrugada y el transporte público no cierra. Por ciertos no hay ley antibotellón y se puede beber en la calle, pero con ese frío a ver quien se pone al asunto.
Para turistas jóvenes y con poco presupuesto podéis realizar unos tours andando por la ciudad llamados free-tours. Salen de la Puerta de Brandemburgo por las mañanas y duran en torno a 5 horas. Únicamente les das la voluntad a los guías después del tour. Para tener una visión de la ciudad no están mal.
Podréis llegar fácilmente en avión con varias compañías de bajo coste muy baratas y el alojamiento, tampoco es caro. El único consejo que puedo daros es que intentéis ir cuando haga buen tiempo.
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