sábado, 26 de enero de 2008

Carta de la semana

Sin duda no ha sido nominada a la mejor carta de la semana pero en mis nominaciones sin duda la merece.

Titulo: Culpen al alumnado.

Veo en la portada de XLSemanal el tema de moda: el informe PISA. Tengo 17 años y estudio segundo de bachillerato de humanidades en Cádiz, la peor región de la provincia dentro de la peor comunidad de uno de los países de menor nivel, según el informe. No he repetido nunca y he mantenido siempre una media entre el notable y el sobresaliente, leo uno o dos libros por semana y me encanta. Y me pregunto, ¿de qué se sorprende la gente? ¿No esperaban esos resultados?
La ESO es una pesadilla llena de gente que no quiere estudiar y le fríe las clases al resto. Y el bachillerato, una pesadilla excesivamente corta en la que, dentro del nivel bajo, suben muchísimo el rasero respecto a la ESO y pretenden prepararte en un solo curso (en el que me encuentro) para selectividad.
No pienso que toda la culpa sea de los políticos. Tampoco de los profesores, que a menudo no saben que hacer para llegar a las mentes de su auditorio. Sí tienen más culpa los padres, que pasan de todo y se acostumbran a los suspensos. Pero la mayor responsabilidad la tienen los alumnos que se ríen de los profesores; los alumnos que, ante el empeño de docentes entusiastas por que lean o debatan , bostezan ; los alumnos que rechazan al diferente y condenan al ostracismo al que estudia.
¿Quieren culpar a alguien? Culpen al alumnado, entre el que me incluyo. Y si quieren saber quien los hizo así, miren alrededor y vean los estímulos que tuvieron.

Sin duda esta historia me recuerda a alguna que me recordaron recientemente acerca de un amigo. En el colegio se reían de el y no tenia prácticamente amigos. En la universidad despunto tras ser un brillante programador. Acudió a estados Unidos a un intercambio de universidad durante un año, y el equipo de microsoft le ficho. De primer sueldo ganaba en torno a 21 millones de pesetas anuales junto con una casa estupenda y un cochazo de empresa. Y mi pregunta ahora es: ¿Quien se ríe de quien? Porque posiblemente todos aquellos chavales que se reían de el y le despreciaban no habrán alcanzado ninguna meta en sus vidas. Seguirán haciendo el jilipollas sentados en cualquier banco de cualquier parque fumando canutos todo el día y nunca llegaran a realizarse como personas y como profesionales. Así qué, mis queridos lectores reflexionen un poco sobre la vida, a ver en que grupo de personas están ustedes.

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