Bueno todos los domingos aparte de dormir un poco mas que durante la semana compro los periódicos y una de mis grandes aficiones es leer los semanales. Los devoro, un articulo tras otro, y en ocasiones cuando son interesantes lamento que no se adentren mas en el tema puesto que por norma general siempre son algo superficiales en el sentido de que son muy breves.
Otra sección que me encanta del semanal del ABC es la que se escriben cartas, me encanta leer lo que es la vida para cada uno y las pequeñas realidades de cada individuo. Sin duda una de las que mas me a gustado en los últimos tiempos es esta :
A los siete años entre en el internado. Aquello fue muy duro: la morriña, la rígida disciplina ... Pero mis padres me decían: "Estudia mucho, aprovecha esta oportunidad". Los años pasaron y terminé el bachillerato con 17 años y unas notas brillantes. Seguí estudiando, esforzándome por aprender y conseguir buenas notas (la beca dependía de ello). Terminé la carrera y quise seguir "aprovechando la oportunidad", así que seguí estudiando. Hice la tesina y la tesis doctoral y seguí aprovechando todas las oportunidades para formarme, en la ciencia y en la vida. Tuve suerte, llegue a profesora de universidad, por lo cual sigo estudiando cada día. Mi nómina es ridícula si se compara con la de muchos trabajadores que no han tenido que estudiar la décima parte que yo ni se llevan a casa los examenes o el disco duro. Sin embargo, me siento muy afortunada porque cada mañana llego a mi trabajo con una sonrisa en la cara sabiendo que voy a hacer lo que me gusta, que voy a enseñar algo que he aprendido, que estar con los alumnos me permite seguir aprendiendo cada día, que el esfuerzo diario por llevar hacia adelante el equipo de investigación tiene sus pequeñas recompensas que festejamos como grandes acontecimientos. Por eso, y a pesar de la nómina, no me cambiaría por nadie.
Sin duda un texto que da que pensar acerca de lo que es la felicidad.
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